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Algas

Las verduras de ayer, hoy y mañana.

Consumidas por nuestros antepasados que se guiaban por la tradición y la intuición, utilizando los recursos naturales para mantener la salud y la vitalidad. 

Las algas nos aportan excelentes propiedades nutricionales, al igual que los cereales integrales, las legumbres, los vegetales y los frutos secos.

Las algas han sido utilizadas por diversas culturas como la china. Culturas que han utilizado estos vegetales marinos como abastecimiento reconstituyente en viajes y batallas, o que las han puesto a merced de reyes y personalidades. Destacan por sus propiedades medicinales, nutritivas y terapéuticas. Pero, de todos los pueblos que han apreciado e integrado en su nutrición las algas de mar, el premio se lo lleva la dieta japonesa. Esta es la más rica en algas marinas y la más creativa a la hora de incorporarlas a sus manjares culinarios.

Importantes son los beneficios de incluir algas en nuestra dieta, como el resto de las verduras a las que estamos tan acostumbrados.

Su riqueza nutricional puede llegar a ser veinte veces mayor que el resto de los vegetales conocidos.

Las algas no se contaminan tanto como el pescado. Simplemente donde hay contaminación no crecen. Existe una gran variedad de especies y suelen crecer en aguas frías y durante el invierno.

Su color varía en función de donde crezcan y la cantidad de luz donde habiten.

La mayoría son de color verde, algas que crecen cerca de la superficie, las marrones en aguas más profundas y las rojas en las zonas más profundas y con poca luz.

Entre sus propiedades destacamos:

  • Ricas en clorofila
  • Extremadamente ricas en Hierro y Calcio.
  • Importante cantidad de Magnesio y Potasio.
  • Ricas en Yodo, mineral muy difícil de obtener fuera del mar.
  • Ácido Algínico, que nos ayuda a eliminar toxinas y metales pesados de nuestro organismo.
  • Ricas en vitaminas A, grupo B (excepto la B12), vitaminas C, D, E y K.

Las algas se venden secas, de forma que tanto su almacenamiento como uso posterior resulta muy cómodo y se pueden conservar durante períodos de tiempo muy largos con todas sus propiedades intactas.

Antes de utilizarlas hay que ponerlas en remojo durante algunos minutos en unos casos, o cocerlas durante algún tiempo en otros, dependiendo de la variedad de algas que vayamos a utilizar.

Una vez abiertos, es mejor guardar las algas marinas en recipientes herméticos y bien cerrados.

Según te vayas familiarizando con su uso irás observando las cantidades necesarias, pero las primeras veces que vayas a consumir algas, recuerda que crecen considerablemente de tamaño una vez remojadas, por lo que debes usar cantidades muy pequeñas. Las hiziki o wakame crecen mucho, por el contrario, las dulse o arame crecen poco.

Lávalas en agua fría antes de poner a remojo.

Nuestras algas están expresamente CERTIFICADAS como alimento ecológico, según la Autoridad de Control de la Normativa Europea.
Todas las algas que ofrecemos crecen en la costa atlántica, sin embargo algunas de ellas tienen nombres iguales a las de origen asiático.
Es el caso de Nori, Wakame, Kombu, Agar agar.

Wakame Algamar
Algas ecológicas Algamar
Kombu Algamar
Espagueti de mar Algamar

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